Agosto, 1983.
Constanza:
Lo
que trataba de hacer, era explicarte y
quizás fui tonto al tratar de hacerlo.
Un
hecho es que no sé que hacer, tú tienes la razón en lo que dices, que valoro el
tiempo y muchas otras cosas más de lo que ahora tengo, pero también te valoro a
ti, los riesgos que ahora tú calificas de inútiles no lo fueron, primero porque
los asumí, muy consciente de las consecuencias y por ellas quiero hablar
contigo, para mi es importante.
El
domingo no te lo pido como un día más en que compartamos, sino para hablar,
hablar y dejarnos claras las cosas, nunca pensé ser yo el que marcara el final, creo y siempre
lo he creído así, que debes ser tú, porque tal como lo dices hay otras cosas
que debes considerar.
No
creo que al final haya sido como los demás, porque siempre, desde el principio
te planteé cual era mi posición, te lo dije, jamás te mentí, jamás; cuando me
califiqué cobarde fue cuando tú me hablaste de dejarlo todo, todo porque
entendí que lo que yo ofrecía o deseaba no era suficiente a tus deseos. En ese
momento pensé muchas cosas, no lo dudes, lo hice y aún lo hago, pero como
explicarte lo que sufre mi corazón, sin hacerte daño; como decírtelo, como.
Quiero
hablar contigo y solo recordarte que dijiste que un año permanecerías, antes de
tomar la última decisión, dame ese tiempo, aun cuando no pueda tenerte cerca de
mí, dámelo como lo prometiste.
Leonardo
El amor mas que ideal debe de ser sincero y aca hay montones de eso. De cierta forma hasta me siento identificado con el marinero, de hecho en mi blog tengo una carta muy similar. Ya te leía en tu cuenta de facebook así como muchas de las recomendaciones que hacías en esta, y siempre me ha gustado la labor que haces en Santa Rosalia, hermoso pueblo a la orilla del mar. Es bien sabido que donde hay mar hay letras.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. El mar, fuente inagotable de inspiración.
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