martes, 25 de octubre de 2022

Reescribir (me)


En el año 2016 vio la luz el poemario "A dos tintas", escrito por otro poeta y por mí. Un intercambio de mensajes enviados a través de la red social Facebook que fueron recopilados y publicados. Texteo virtual entre dos amantes ficticios, un juego escritural que empezó de manera espontánea y que después nos propusimos continuar y terminar para un fin. 

En ese año todavía no conocía el feminismo y mi vida se regía por el "amor disney". Cuánto tiempo invertí en esperar al hombre indicado, en luchar por el amor a pesar de las violencias normalizadas. Cuánto llanto y tristeza mientras los hombres gobernaban y tomaban decisiones importantes. Uno de los objetivos del sistema patriarcal se cumplía en mí al pie de la letra. 

"El amor ha sido el opio de las mujeres como la religión de las masas. Mientras nosotras amamos, los hombres gobernaban. Tal vez no se trate de que el amor en sí sea malo, sino de la manera en que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente, en todos los sentidos". (1)

Hoy me asumo feminista. Llevo cinco años más, menos, leyendo a feministas, escuchando conferencias de feministas, participando en tertulias feministas, escribiendo con feministas. Por ello la vida la vivo desde una perspectiva muy distinta. No sé si más feliz, porque sí, el feminismo nos jode, sin embargo, termina salvándonos la vida. "Ver la realidad desde el feminismo ha implicado para mí aprender a resignificar el dolor, porque elegir ser feminista no me lo evitó, no me hizo automáticamente feliz, pero sí me dio las herramientas para tomar decisiones con las cuales, sin creer en la libre elección, pudiera ser consciente de lo que me hacia tomarlas y responsable de las consecuencias." (2)

Es por ese transitar en el feminismo que lo que pienso, siento y escribo ahora, ya no corresponde a lo que pensé, sentí y escribí en el 2016. Amo A dos tintas, es un poemario que me dejó muchos buenos momentos y amistades entrañables, sin embargo, es momento desde mi mirada actual del mundo, de mis sentires y pensares, le de otro significado a mis propias letras. Es decir, descontextualizar y recontextualizar -me-. 


Espero les interese leerme y puedan dejar su opiniones sobre este nuevo proyecto y los textos. Nada me gustaría más que nutrime de la experiencia y conocimiento de otras mujeres.


(1) Política sexual, Kate Millet. 1970. Ed. Cátedra.

(2) El feminismo me jodió la vida (Y después me salvó), Selvia Mirtala Vargas Kotasek. Ed. Corda.