miércoles, 8 de julio de 2020

Desarticulación



Desperté envuelta en la sábana de tu ausencia y de tu olvido. Reseca. Dolorida. Sin percibir mis latidos. Triste no. Simplemente no encuentro mi lugar, tampoco mi espacio, mucho menos las partes de mi cuerpo que salieron a buscarte y no volvieron.                

 

El sol impertinente se muestra absurdamente feliz. En cambio yo sola soy un ovillo. Músculos inertes donde la desmemoria abunda y se cosecha hastío. Territorio enemigo. Corro las cortinas. 

¡Heme aquí!, habitando un páramo de sábanas blancas y frías. Sin el peso de tu cuerpo.  

¡Huérfana! Porque hasta mi sombra y mi nombre se fueron contigoIntuyo que sigo viva: eructo, orino, pestañeo, evacuo, estornudo, bostezo. ¿Acaso no es eso lo que hacen las que dicen vivir?  

Deambulo sobre tus pisadas. No entro en ellas.                            

Soy espectra, quimera, visión, (des)aparición. Iridiscencia.                                         

Vuelvo a la cama y bajo los párpados me cobijo. Cuido no lastimar tu imagen que yace  debajo de la almohada. Eres tan bella. Eras tan ferviente.

          Recuerdo lo que fuimos: hoguera, incandescencia. Mar y río.


 
"¿Acaso de eso se trata la vida? ¿De nada? ¿De estar aquí y ser nada? ¿De que nuestro cuerpo se resquebraje?"   Marisabel Macías

 Pintura: Bruna Solari

 

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